miércoles, 17 de febrero de 2010

Hubiese querido verlo allí en tus ojos

Hubiese querido verlo allí en tus ojos, de verdad quise encontrar ese fuego que arrastra y no te da opción, la seguridad de la entrega infinita, pero no fue así, vi en tus ojos un niño triste y desorientado tendiendo su mano como quien espera limosna, una luz tibia y amodorrada de sábanas tibias, apenas desatendidas, de días de rutina, días infinitos ensoñando la sorpresa… tuve miedo, miedo a envejecer, miedo de no entender nunca lo que de antaño cantan, miedo de perder el fuego de la pasión y oscurecer gris en vida y no, no es tu cuerpo aquel ser en que me fundo, son tus caricias tiernas las que se prodiga a un objeto delicado y codiciado, en tus manos no encontré nunca en deseo de que el mundo se acabase en un éxtasis de dolor y placer… no, no eras tú… pero, y tus ojos, perdidos en la inminente ausencia, desorientados por el abismo que abrían mis palabras, vacios de sentido mirando en rededor como si el mundo de pronto tomara una forma cruel y desconocida. Esperé la rabia, me hubieses reprochado, me hubieses insultado, pero tus ojos, perdidos de la luz, desamparados, se hundieron en el suelo como si allí estuviese la salvación, como si ciegos ahora sólo vieran su propia tristeza, golpéame, insúltame, dame motivos para alejarme definitivamente y sacarte de mi corazón como un mal recuerdo, pero no lo hiciste, ni lo harás, callaste pétreo como un niño muerto arrojado a mis pies y te fuiste desmoronando en silencio mientras caminábamos al coche, mientras conducías a mi casa, pálidos tus ojos, casi trasparentes, esperaste mirando al frente a que me bajara del coche frente a casa, y yo allí, despiadada, rumiando a solas la tristeza, quise cogerte las manos, quise abrazarte como quien ha sufrido una tenaz tragedia pero todo ha sido dicho ahora y el no me casaré contigo ha sellado todas las puertas, los movimientos, las palabras y ahora que veo tu carro perderse tras la esquina sé que me he arrojado encima para siempre tus ojos tristes y desorientados.

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